martes, 21 de octubre de 2008

Incesto

Dentro de los artculos que se presentaron en el "simposium de abuso
sexual y maltrato infantil", que dict la Ps. Marianela Soto, en la universidad
Santo Tomas, a principios de octubre, rescatamos de la red este artculo llamado "TOMA DE DESICIONES EN CASO DE ABUSO SEXUAL INFANTIL INTRAFAMILIAR" Escrito por: Kathleen Coulbern Faller y traducido por Ps. Eugenio Araya Olivares (04 de Diciembre de 2004)




TOMA DE DESICIONES EN CASO DE ABUSO SEXUAL INFANTIL INTRAFAMILIAR
por Kathleen Coulbern Faller
________________________________________________________________________________
En el abuso sexual intrafamiliar, el funcionamiento de la madre (su dependencia, relacin con la vctima, y protectividad) y el funcionamiento del padre-ofensor (su funcionamiento general, culpa acerca de la victimizacin, y el grado del abuso sexual) pueden ser usados para tomar decisiones acerca del traslado de los nios, pronstico de tratamiento, estrategias de tratamiento, y accin del tribunal juvenil o criminal.
Se presentan lneas guas para los clnicos.
________________________________________________________________________________
En tanto que existe una literatura emergente sobre el diagnstico y tratamiento del abuso sexual infantil (Conte, l984 Conte & Shore, 1982; James &Nasjleti, 1983; Kempe & Kempe, 1979, 1984; Justice & Justice, 1979; Mayer, 1983, l985 Meselnan, 1979; Renshaw, 1982; Sgroi, 1992) se dispone de poca orientacin para los profesionales que estn tratando de determinar la tratabilidad de diferentes tipos de familias sexualmente abusivas. La literatura tiende a describir la situacin desde el punto de vista del perpetrador ms bien que de la familia, y las recomendaciones de varios autores a menudo son contradictorias. Por ejemplo, algunos profesionales en salud mental ven la confesin del perpetrador como un prerrequisito para la inclusin en un programa de tratamiento. (Gottlieb, comunicacin personal, 1983); otros ven la confesin como una meta de la intervencin (Giarretto, 1982); y an otros creen que la estructura familiar puede ser cambiada para impedir el abuso sexual futuro sin un reconocimiento de parte del perpetrador o an sinn reconocimiento del abuso sexual por la familia (Stovall, l985). Similarmente, hay quienes se rehsan a tratar un perpetrador sin que reconozca su problema de abuso (Long, 1985), en tanto que otros incluyen el tratamiento del abusador como un componente de un programa de tratamiento ms grande (Carlson- Larson 1979).
La literatura tambin falla en dirigirse hacia cuestiones vitales como cundo los nios deberan ser separados permanentemente de sus familias, cundo los perpetradores deberan ser procesados criminalmente, cundo ellos deberan ser excluidos permanentemente de la unidad familiar, y cundo la meta de intervencin debera ser la reunificacin de la familia ola mantencin intacta de la familia. Este artculo intenta llenar el vaco en los criterios de manejo de casos de abuso sexual.
Las lneas guas a ofrecer estn basadas en la experiencia con cerca de 300 casos de abuso sexual vistos por los clnicos en la Universidad de Michigan en el Proyecto Interdisciplinario sobre Abuso y Negligencia Infantil (PIAN) entre los aos 1978 y 1986. Estos casos de abuso sexual intrafamiliar de nios fue referido al PIAN por agencias de proteccin infantil (68%), tribunales (14.3%), agencias para el cumplimiento de la ley (4.8%) y otras agencias de salud mental (l2.2%). Ochenta y ocho por ciento de los casos fueron vistos para diagnstico y recomendaciones para el manejo del caso; l2% tambin recibieron algn tipo de tratamiento del personal del PIAN. Adems, los datos fueron recogidos sistemticamente en todos los casos para propsitos de investigacin, y se condujeron estudios de seguimiento sobre un sub-conjunto de 68 casos referidos por los servicios protectivos en Michigan y vistos por lo menos por tres aos. Una informacin obtenida menos sistemticamente ha sido recogida de casos no incluidos en el estudio de seguimiento. Las lneas guas desarrolladas durante el curso del trabajo del PIAN representan un intento para integrar los resultados clnicos y de investigacin. El desarrollo de estos criterios tambin se ha beneficiado grandemente por discusiones con otros profesionales trabajando en el campo del abuso sexual.



CARACTERISTICAS PARENTALES
Ciertas caractersticas de los cuidadores maternales y paternales son cruciales para las decisiones acerca de la intervencin. Estas caractersticas son un tanto diferentes para las madres y los padres. Para las madres ellas son: 1) el nivel de su dependencia, particularmente del perpetrador; 2) el grado en el cual ella quiere y est criando a la vctima (y a otros nios); y 3) el grado en el cual ella fue protectiva cuando ella descubri el abuso sexual. Para los padres, las caractersticas son: 1) su funcionamiento general; 2) el funcionamiento de su superego; y 3) el grado del abuso sexual.
Estos no son los nicos factores a tomar en cuenta, pero ellos al menos, deben ser considerados. Este artculo discutir la evaluacin de las caractersticas maternales y paternales para luego demostrar cmo ellas pueden ser empleadas en una matriz de toma de decisiones para los casos de abuso sexual intrafamiliar.
Factores Maternales
Dependencia. El clnico debera primeramente evaluar la capacidad de la madre para ser econmicamente independiente del perpetrador. Cuenta ella con un trabajo, una historia laboral, o una habilidad? Alternativamente ella puede recibir una Ayuda para Familias de Nios Dependientes (AFDC), por medio de un cheque a su propio nombre. Ella est dispuesta a solicitar ayuda de AFDC como una estrategia para librarse de la situacin sexualmente abusiva? Algunas madres son menos dependientes del perpetrador porque ellas tienen amigos o parientes que las acogern y las apoyarn cuando sea necesario. Otros indicadores de la independencia de la madre son su capacidad para confrontar al padre, de estar en desacuerdo con l, de actuar a pesar de su objecin y de interceder en el nombre de los nios contra sus deseos.
Relacin con la vctima. Es importante evaluar el grado en el cual es apropiada y cariosa. A la madre se le debe solicitar que describa el nio, indicando lo que a ella le gusta o le disgusta de la vctima, y que discuta su relacin. La vctima tambin, debera ser consultada acerca de la relacin, y debera observarse la interaccin madre-nio. Las madres que estn cercanas a sus nios vctimas se sienten usualmente desoladas cuando se enteran del abuso sexual. Otras son ambivalentes hacia la vctima; otras an son un tanto fras en las relaciones con sus nios, incluyendo la vctima. En unos pocos casos habr competencia y celos entre la madre y la hija. La cordialidad e idoneidad de la relacin madre-vctima es importante para predecir si ellos pueden permanecer juntos o no. Ms an, mientras mejor es la relacin, menos marcada psicolgicamente quedar la vctima por el abuso sexual.
Respuesta protectiva. El profesional en salud mental debera estar alerta ante aquellos casos raros donde la madre estaba consciente del abuso sexual y lo toleraba o permita porque ella se senta incapaz de detenerlo. Una reaccin ms comn y apropiada para las madres es haber tratado de detener el abuso sexual pero sin involucrar a colaboradores externos. La respuesta ptima es aquella en que las madres buscan o cooperan con la intervencin profesional, o separan a sus nios de la pareja sexualmente abusiva.
Los clnicos necesitan tener conocimiento de que la madre puede haber dudado inicialmente de la ocurrencia del abuso sexual pero ms tarde, al reflexionar, creer que ello ocurri. Tambin puede proteger a su nio an cuando ella no est segura que el nio fue sexualmente victimizado. Ms an, una madre puede ser protectiva, pero puede ltimamente conciliar con el perpetrador si hay salvaguardas adecuadas o si el tratamiento ha sido exitoso.
Los tres factores maternales, tomados juntos, son predictivos acerca del potencial de las madres. Las madres que son dependientes, que culpan o que son hostiles hacia la vctima, y que no son protectivas de sus nios tienen pocas posibilidades de cambiar suficientemente para llegar a ser padres adecuados. En contraste, la madre que es independiente, cariosa, y protectiva ser capaz de hacer los cambios necesarios y an podria ayudar al perpetrador en su cambio.

Factores Paternales
Funcionamiento general. Este puede ser evaluado a partir de la educacin del perpetrador, historia laboral, salud mental, uso de substancias, funcionamiento en la comunidad, actividad criminal, conducta como esposo, y relaciones con sus nios. El profesional debera estar al tanto que algunos hombres que son abusadores sexuales son ciudadanos modelos en la mayora de los aspectos. Ellos trabajan intensamente y son considerados como ejemplares en sus campos, apoyan a sus familias, son activos en los asuntos de la comunidad, son esposos atentos, y estn preocupados con respecto a sus nios an cuando ellos interactan sexualmente con ellos. En el otro extremo del continuum est el padre incestuoso que est sin trabajo, o trabaja espordicamente y, cuando est trabajando, reserva el dinero para l y espera que su mujer apoye a la familia. Su historia puede ser de enfermedad mental, pero es ms a menudo una historia de violencia, actividad criminal, y encarcelamiento. El es ciertamente fsicamente abusivo con su mujer y sus nios, y frecuentemente tiene un problema con el alcohol y la droga.
Funcionamiento del superego. Esto debera ser evaluado con particular atencin en cun culpable l se siente sobre el abuso sexual. Algunos hombres declararan que se han sentido aliviados de haber sido apresados porque se sentan mal por lo que estaban haciendo. Otros tendrn sentimientos suicidas. El practicante debera intentar diferenciar entre sentimientos suicidas que surgen como consecuencia do haber sido cogidos, y aquellos que se originan de un genuino sentido de que lo que ellos han hecho es errneo, preocupacin por el dao que ha recibido el nio y aceptacin de la responsabilidad por el abuso. En contraste, esta el perpetrador que siente poca o ninguna culpa. El evaluador puede notar que l racionaliza o rebaja su conducta, echando la culpa a la conducta seductora de la vctima o a su mujer, a quien l describe como rehusndose al sexo o conducindolo hacia el abuso sexual por sus quejas. Alternativamente, el puede describir el abuso sexual como educacin sexual. A veces es difcil evaluar la culpa ya que el perpetrador no admitir el abuso sexual. En tal situacin la culpa y responsabilidad exhibida respecto a otra conducta puede proporcionar una indicacin acerca del grado de funcionamiento de su superego.
Grado del abuso sexual. Los componentes de los actos sexuales a ser explorados incluyen la duracin, frecuencia e invasividad. Sobre un continuum desde lo menos a lo ms, la invasividad consiste de: 1) abuso sexual sin contacto (verbalizaciones sexuales inapropiados hacia el nio, exposicin, voyerismo); 2) contacto sexual (caricias, masturbacin mutua, frotaciones); 3) sexo oral (besos con lengua, mamar los pechos, cunnilingus, fellatio); y 4) penetracin (anal, genital). Otros aspectos del grado del abuso sexual son si se emple la fuerza, si se sac fotografas, si el perpetrador permiti o forz a otros a involucrarse en sexo con el nio, cuantas vctimas hay, y si las vctimas eran tanto intrafamiliares como extrafamiliares. El abuso sexual extensivo est caracterizado por ser de larga duracin, encuentros frecuentes, conductas sexuales invasivas, el uso de la fuerza, pornografa, explotacin, muchas vctimas, y vctimas tanto dentro de la familia como fuera de la familia.
El hombre que tiene pocas reas de funcionamiento apropiado, que no evidencia sentimientos de culpa acerca del abuso sexual, y se ha comprometido en un abuso sexual extensivo, las perspectivas de cambio suficiente para tener un funcionamiento parental adecuado son muy remotas. Por otra parte, si el tiene muchas reas de funcionamiento apropiado, mucha culpa sobre el abuso sexual y se ha comprometido en forma mnima en conducta sexual, las perspectivas de rehabilitacin son mucho mejores.

TOMA DE DESICIONES
Los factores maternales y paternales ya descritos podran afectar la eleccin de las estrategias de intervencin. Cuatro tipos de casos pueden ser identificados basados en esos factores; esos y sus lneas guas de intervencin son discutidos a continuacin, con ejemplos de casos.

Casos Tipo I
Los casos Tipo I, los ms prometedores, son aquellos donde tanto la madre como el perpetrador tienen muchas fortalezas, siendo la madre independiente, cariosa y protectora al descubrir el abuso sexual, y teniendo el perpetrador un buen funcionamiento general, buen funcionamiento del superego, y un compromiso sexual mnimo con la vctima. En algunas instancias, este tipo de familia busca voluntariamente tratamiento cuando el padre confiesa a la madre o el nio le cuenta del abuso sexual. El profesional en salud mental tratando a la familia est legalmente obligado a referir al nio a los servicios protectivos; sin embargo, usualmente no hay necesidad que participe tribunales. El rol de los servicios protectivos es asegurar que el personal para el tratamiento tenga las habilidades apropiadas para tratar con el abuso sexual infantil, que la vctima no necesite ms proteccin, y que la familia contine resolviendo el abuso sexual en terapia.
Otras familias con adultos funcionando medianamente bien pueden estar abrumadas por la vergenza que implica la violacin del tab del incesto, buscan muy penosamente tratamiento, y por lo tanto pueden tratar de evitarlo. Ellas pueden auto-convencerse que esto nunca ocurrir nuevamente y por lo tanto se persuaden a s mismas que la humillacin del tratamiento es innecesaria. Aunque estas familias encajan en el Tipo I, ellas usualmente no acuden voluntariamente al tratamiento. Tales casos usualmente necesitan la intervencin del tribunal de menores con el fin de asegurar la proteccin del nio - generalmente a travs de la separacin temporal ya sea del nio o del perpetrador- y para ver que la familia contine con el tratamiento completo.
Nuestras recomendaciones para la terapia a las familias Tipo I son consistentes con aquellas de los otros clnicos (Conte, 1984; Giarretto, 1982; Mayer, 1983; Sgroi, 1982): un rango de modalidades de tratamiento con, como intervencin final, algn tipo de terapia familiar. Esto puede ser precedido por terapia individual, didica o de grupo. En algunos casos, las modalidades que complementan la terapia familiar pueden ser empleadas concurrentemente. El ejemplo de abajo es un caso del Tipo I a partir de nuestra muestra de casos:
El Sr. y la Sra. S. han estado casados 16 aos y tienen seis nios. A lo largo de su matrimonio el Sr. S ha trabajado intensamente en una planta industrial como un supervisor de turnos. El se ha matriculado tambin en la escuela nocturna. La Sra. S tiene la responsabilidad primaria del cuidado de los nios, y tambin ha trabajado como profesora reemplazante. La pareja intent tener solo cuatro nios, pero su religin les prohiba el control natal. Despus del ltimo nio, la Sra. S tuvo una ligazn de trompas por razones mdicas.
Ellos iniciaron una consejera marital por problemas que ellos vean, en parte, como consecuencia de una falta de tiempo privado juntos y de sus muchas responsabilidades. Durante la consejera, el Sr. S admiti que por un perodo de ocho meses el haba acariciado a su hija de cuatro aos. El abuso haba finalizado seis meses antes de su confesin, pero seal que no poda sacrselo de su mente y que estaba preocupado sobre los efectos sobre su hija. Se describi a s mismo como una rata sucia e hizo notar la terrible posicin en que dej a su mujer ante su conducta. Dijo que haba considerado el suicidio pero decidi que era una forma cobarde de huir del problema.
Cuando la Sra. S descubri el abuso sexual, ella se puso furiosa, Ella dej a sus nios con amigas de su iglesia por una semana, con el fin de completar su certificacin de profesora y as contar con trabajo para apoyarse a s misma y a los nios. Sin embargo, despus de considerar el deseo de ellos de no perder a su padre, los detalles prcticos de apoyarlos sola, y el pronstico alentador dado por la terapeuta, ella reuni a la familia y se comprometi a s misma a trabajar el problema. Se utiliz una combinacin de terapia individual, marital y familiar que dur un ao.


Casos Tipo II
En los casos Tipo II, la madre parece ser independiente, cariosa y protectora con sus nios, pero el padre tiene muchas reas de conducta problemtica, no evidencia culpa acerca del abuso sexual, y ha estado envuelto en esto extensivamente. La arremetida general de intervencin es entonces hacia mantener a la madre y los nios intactos, y excluir al perpetrador. Los hombres que funcionan mal en estas reas son, generalmente no slo intratables, sino tambin inmanejables. Ellos improbablemente cumplirn con un plan de intervencin voluntario, y bien pueden mostrar una actitud de amenaza hacia la madre y los nios (y posiblemente hacia otros) cuando se sienten frustrados por ellos. La intervencin legal es necesaria para sacar a estos ofensores del hogar e impedir su acoso y abuso de la familia. El arresto y el proceso criminal por el abuso sexual son apropiados y, cuando los perpetradores estn en la comunidad, a menudo se les fija rdenes de restriccin. Si estn encarcelados, ellos rara vez aprenden a funcionar mejor, pero su ausencia le da a la familia la oportunidad de cambiar, y protege temporalmente a la comunidad.
La madre y los nios son referidos para tratamiento que se relaciona con el abuso sexual. El tratamiento puede incluir sesiones individuales, diadas y de grupo tanto como terapia para la madre y los nios como una unidad. La madre puede necesitar tambin servicios prcticos tales como cuidado diurno, vivienda y ayuda financiera. El siguiente caso es un Tipo II referido al PIAN por un refugio para violencia domstica:
La Sra. C tiene cuatro hijos, los dos ms chicos de su actual esposo. Ella dijo que antes del matrimonio ella pensaba que su esposo era agradable: el le compraba los comestibles y le ayudaba a cuidar a los nios. Sin embargo, despus del matrimonio el cambi. Comenz a pegarle a ella y a los nios severamente. El vigilaba y restringa todas sus actividades. Ella descubri que el tena un registro criminal y que haba matado a un hombre en prisin, y de que tena un problema con la bebida. Aunque el ganaba un buen dinero, le daba muy poco a ella por lo que con sus nios pasaban hambre.
Ella hizo muchos intentos por dejarlo, pero l la persegua. En una ocasin el contrat a un detective, para encontrarla a ella y a los nios; en dos ocasiones el regres armado y amenaz con matar a los nios si ellos no regresaban con 1. La dcima vez que la Sra. C escap de l, sus dos hijos mayores le contaron que l les haba estado haciendo fellatio a ellos a punta de pistola y de que se haba involucrado en coito anal con el nio mayor.
Ella acudi a un refugio para violencia domstica en otro estado, donde ella fue asistida en asegurar una orden restrictiva, comenzando con los trmites de divorcio y eventualmente para conseguir una casa. Se les proporcion terapia a ella y a los nios. El terapeuta fue de opinin que la Sra. C quera a sus nios y que haba tratado de protegerlos contra la conductas extraordinarias de su esposo. Aunque la Sra. C deseaba hacer cargos criminales contra su esposo, fue aconsejada de no hacerlo porque el tena una conducta violenta e impredecible. Los profesionales preocupados tenan miedo que el acceso a ella y a los nios durante el proceso en tribunales podra proporcionarle una oportunidad a el para agredirlos o matarlos.

Casos Tipo III
En los casos Tipo III, las madres son dependientes, hostiles o fras hacia sus nios, y no son protectoras. Los padres funcionan mucho mejor que las madres, aunque ellos han abusado sexualmente de los nios. La madre es usualmente alguien que no establece relaciones estrechas con nadie, incluyendo su esposo y sus nios, y quien tiene muchas necesidades de dependencia no satisfechas.
El padre est propenso a tener relaciones sexuales con el nio debido a que sus necesidades afectivas y a veces sus necesidades sexuales no han sido satisfechas por su mujer. El usualmente ama y cuida genuinamente a sus nios, y siente culpa del abuso sexual. Las madres en tales situaciones, cuando se enteran del abuso sexual, pueden culpar a la vctima, escogen creer la negacin de su marido, o evitan dirigirse al problema.
La intervencin presenta muchos dilemas. A menudo el nio est ms ligado al padre que a la madre. La intervencin inicial involucrara asegurar que el nio est seguro de otros abusos por medio de un recurrso de proteccin en la corte juvenil; la labor debiera ser hecha con la madre con el fin de movilizar y realzar sus respuestas protectivas y apropiadas, y con el padre para que vea el dao de su conducta sexualmente abusiva. Al mismo tiempo, debera trabajarse con la pareja marital para ayudarlos a que logren ms gratificaciones en su relacin. Tales intentos deberan ser limitados a tres a seis meses, con una cuidadosa reestimacin al final de este tiempo. Un buen enfoque puede ser ubicar al nio con un pariente. Esto facilita visitas ms liberales que el cuidado en hogares y, si la madre no cambia, la colocacin de ms largo termino con un familiar puede ser empleada para mantener los lazos parentales, especialmente con el padre, en tanto que asegura que el nio esta a salvo de un abuso sexual subsiguiente. Sin embargo, es necesario evaluar cuidadosamente al pariente debido a que el abuso sexual es a menudo un problema extendido en la familia. El siguiente caso es tpico de los casos Tipo III evaluados por nuestro proyecto:
Los G haban estado casados tres aos cuando la hijita de 10 aos de la Sra. G,, Amy, le cont a su ta que el Sr. G, su padrastro, se haba estado duchando con ella y tocndole la vagina y frotando su cuerpo contra el de ella.
Aparte de Amy, estaba George, de ocho aos y Kathy de tres aos, en la familia G. Kathy era la nica hija del Sr. G. La Sra. G tena una historia de concurrencia a los servicios de proteccin por negligencia y, menos frecuentemente, por maltrato y como lo haban notado los trabajadores de casos, pareca ms interesada en las fiestas que en sus hijos. Su cuidado de nios y funcionamiento general mejor considerablemente despus de casarse con el Sr. G. El era un vendedor de autos usados quien ganaba regularmente un buen dinero, y por primera vez en aos la Sra G no estaba al borde de ser desalojada. Los trabajadores de casos sentan que el Sr. G era un buen padre y se preguntaban porqu se haba casado con la Sra G.
La ta de Amy inform a la Sra. G que ella llevaria a Amy a hablar con los servicios de proteccin. La Sra. G las acompa pero habl muy poco. Dado esto, se le solicit al Sr. G que abandonara el hogar y que los nios quedaran al cuidado de su esposa. Las condiciones hogareas comenzaron a deteriorarse, y la Sra. G empez a reclamar que ella no poda manejar los nios sin la ayuda de su marido. Se le retiraron los nios y fueron entregados a su ta, despus de lo cual se descubri que su madre haba sentado a Amy en una silla mientras ella y los nios la rodeaban y por varias horas le gritaban mentirosa, mentirosa y la obligaron a que se retractar de la acusacin por abuso sexual. La explicacin de la madre por esta conducta fue que ella necesitaba a su marido en casa y por lo tanto Amy deba dejar de mentir.
Los esfuerzos para trabajar con el Sr. y la Sra. G no fueron exitosos. Despus de una pelea en la que la Sra. G golpe a su esposo a travs de un biombo, el se fue. La Sra. G entonces se involucr con otro hombre. Despus de un tiempo ella se cas con este hombre y a sus nios se les permiti volver. El nuevo marido maltrat fsicamente a los nios, los que nuevamente fueron sacados de la casa. En esta ocasin ellos no pudieron ser ubicados con su ta y estn ahora en un hogar de proteccin. Ambos padres tienen limitados sus derechos de visita.

Casos Tipo IV
En los casos Tipo IV, el padre funciona mal en muchas reas y no evidencia culpa respecto al abuso sexual, el cual ha sido extensivo. La madre es dependiente, fra hacia la vctima, y no protectora. Cuando ambos padres estn as seriamente daados, el pronstico para el cambio es extremadamente pobre. Los nios deberan ser retirados del hogar y puestos en una colocacin potencialmente permanente. Los derechos parentales deben casi siempre ser terminados. Debera proporcionarse a los nios tratamiento, inicialmente por un ao o ms; en etapas subsiguientes del desarrollo, un tratamiento adicional probablemente ser indicado. Los nuevos cuidadores de los nios tambin necesitarn participar en las sesiones de tratamiento. El proceso criminal puede ser apropiado para el perpetrador, nuevamente no debido a su probabilidad de mejorar en prisin, sino para proteger a los nios (y la sociedad) mientras l este all. Es muy improbable que el tratamiento para la madre o padre no sea exitoso. La madre puede, despus que los nios han sido retirados, repetir el ciclo. Ella puede tener nios subsiguientes a quienes tambin pondr en riesgo, ya sea con el esposo abusivo o con otra persona. El siguiente caso es una ilustracin dramtica de un caso Tipo IV:
El Sr. Z y la Srta. P vivan juntos. Con ellos tenan a Jane de cuatro aos, y de quien el Sr. Z haba obtenido la custodia cuando la srta. P fue abandonada por su esposo; y a Lisa, de cuatro meses, quien era la hija del Sr. Z y la Srta. P.
El Sr. Z ocasionalmente trabajaba como techador, pero el no declar estos ingresos y era apoyado por AFDC. El haba comenzado a usar droga cuando tena doce aos, y ahora se embriagaba todas las noches. El le pegaba a la Srta. P., le pegaba a Jane, sala con otras mujeres, le venda drogas a estudiantes de liceo y era ratero de tiendas.
La Srta. P haba sido brutalmente abusada por su madre cuando chica, y haba abusado de su hermano menor por tres aos cuando ellos eran adolescentes. Ella le dispar y lo dej parapljico cuando el termin con ella por otra nia. Luego ella pas algn tiempo en un hospital psiquitrico y en un colegio de capacitacin, La Srta. P inform que ella empez a beber cuando tena ocho aos y recordaba haber ido a clases borracha cuando adolescente, y que consuma drogas. Ocasionalmente ella era psictica.
Aunque ella declar que se mantena con el Sr. Z porque el era el nico hombre que quera darle su nombre a mi guagua, ella tena una gran dificultad para funcionar como madre. Ella trat de abortar a Lisa y le dijo a su trabajadora de caso que la nia haba arruinado su vida. Ella voluntariamente ubic a Lisa en un hogar de proteccin por un mes, cuando la nia tena dos meses, debido a que ella le estaba pegando demasiado duro.
El Sr. Z abusaba sexualmente de ambas nias. El le requiri a la Srta. P que desvistiera a Jane e hiciera que Jane los observara teniendo relaciones porque as Jane aprendera a hacerlo bien. El tambin intent tener relaciones con Jane, y Jane inform haberlo visto intentndolo con Lisa. La Srta. P describi haberle sacado los paales a Lisa de manera que el Sr. Z podra tomarle el gusto a una virgen mientras el estaba teniendo relaciones con la Srta. P. Ella tena muy poca apreciacin del dao hacia las nias. Ella dijo que cuando pensaba sobre esto, ello le haca sentirse loca pero no haba nada que ella pudiera hacer debido a que el cheque de bienestar de el era mucho mayor que el de ella.
Ambas nias fueron retiradas y ubicadas en una familia potencialmente adoptiva. Se inici terapia con Jane y con sus padres adoptivos. El Sr. Z admiti su abuso sexual y fue sentenciado a cinco aos de prisin. La Srta. P rehus cualquier servicio.
A pesar que nosotros hemos descubierto que esta categorizacin ofrece lneas de gua tiles para el manejo de casos, las familias no siempre encajan dentro de algunos de los cuatro tipos. Hay dos razones para esto. Como es evidente, cada uno de los factores paternales y maternales representan un continuum, y los individuos pueden no pertenecer a ningn extremo: por ejemplo, una madre puede no ser clasificable ya sea como independiente o dependiente, pero caer en alguna parte intermedia. En segundo lugar, los factores pueden no co-variar en exactamente la forma descrita. Por ejemplo, una madre puede ser completamente independiente pero no preocuparse mucho de sus nios, o un padre puede haberse comprometido en un abuso sexual extensivo y sentirse completamente culpable de esto. Por aadidura, las decisiones en el manejo de casos a menudo necesitan ser tomadas rpidamente, pero la informacin necesaria para la evaluacin puede tomar tiempo en obtenerse. Ms an, los padres pueden hacer un esfuerzo concertado para ocultar los hechos relevantes a los profesionales.
A pesar de estos defectos, el conocimiento de la importancia de estos seis factores ayuda en gran forma la toma de decisiones acerca de casos especficos. Donde la clasificacin no es clara, los clnicos primero deben asegurarse que los nios estn protegidos de otros abusos sexuales y de las presiones de otros miembros de la familia para que ellos se retracten. Entonces el tratamiento se hace diagnstico, en la medida en que este es un contexto para obtener informacin adicional acerca del funcionamiento parental. Ms an, las habilidades de los padres para cambiar en las seis reas claves descritas (y otras) determinan las estrategias del manejo de caso futuro y el resultado del caso. Por ejemplo, supongamos que el terapeuta descubre en el tratamiento que la madre tiene mucho resentimiento hacia la vctima. Estos sentimientos son luego tratados en terapia. La respuesta de la madre jugar un rol en perseguir la reunificacin de la familia o no. Similarmente, el terapeuta puede descubrir que el padre esta culpando a la vctima por el abuso sexual. El tratamiento puede entonces concentrarse en ayudarlo a aceptar responsabilidad por el abuso sexual, mejorando los sentimientos de culpa acerca de lo que el ha hecho; el grado de xito en esta tarea determinar el plan de manejo subsiguiente del caso. Los resultados del tratamiento son estrechamente monitoreados y se establecen lmites de tiempo para el progreso. Cuando necesario, el tribunal puede ser empleado para facilitar las estrategias de tratamiento y otras intervenciones.

Eugenio Araya Olivares Psiclogo- Traductor
04 de Diciembre de 2004

Read More...

[Source: Psicologia Infantil]